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La cocina es, dentro de la casa, un espacio en el que confluyen funcionalidad y estilo, todo ello, como consecuencia de la suma de sus elementos. En contra de lo que pueda parecer, los revestimientos de paredes para cocina, no son una cuestión baladí. Su papel en el conjunto de ingredientes de la receta del éxito es de lo más interesante. No es sólo que la elección de un material u oro cause un efecto estético en el diseño de la cocina sino que, además, ha de atender a las características especiales de un espacio sujeto al trasiego constante, cambios de temperatura, humedad y hasta incómodas manchas.
Las posibilidades que ofrece el mercado, en lo que a tipos de revestimientos para paredes de cocina se refiere, abarcan un amplio catálogo de materiales. Su variedad es tan extensa como la horquilla de precios que podemos encontrar y, en consecuencia, criterios como los gustos personales de cada uno o el propio presupuesto, pueden ser determinantes a la hora de elegir unos u otros. En este libro de ideas te proponemos un repaso de las opciones más populares ahondando en aquellos aspectos que, en cada caso, resultan más atractivos para el diseño de tu cocina. ¿Tienes papel y lápiz? ¡Toma nota!
Hace apenas unas décadas nadie habría cuestionado la hegemonía de los revestimientos cerámicos para paredes de cocina y es que, incluso en la actualidad, con la aparición de nuevos materiales, continúan siendo una de las opciones más demandadas. La relación calidad precio de este tipo de revestimientos para paredes de cocina es una de sus principales ventajas frente a otras propuestas aunque no la única.
En lo que a su naturaleza se refiere, los revestimientos cerámicos ofrecen una gran resistencia a la humedad y los cambios de temperatura, dos de las condiciones más frecuentes a las que están expuestos en un escenario como el que nos ocupa. No obstante, esa resistencia no se limita únicamente a las cuestiones mencionadas sino que, además, se traslada a rayaduras y arañazos, aunque sí hay que tener cuidado con los impactos. Tampoco son fáciles de manchar, siendo su limpieza algo tan sencillo como pasar un paño húmedo sobre su superficie. Con unos cuidados adecuados y un mantenimiento fácil, su vida útil puede alargarse durante décadas.
Otro de los atractivos e los revestimientos cerámicos para paredes de cocina es su versatilidad. Atrás quedaron los años de azulejos 15x15, hoy en día el mercado ofrece un sinfín de alternativas con formatos cuadrados, rectangulares, texturizados, en relieve.., capaces de crear atractivos patrones, hacer que el espacio parezca más grande o añadir una impronta personal con tipos menos comunes como los azulejos tipo metro o la inclusión de cenefas.
Entre las soluciones que podemos encontrar en el mercado a la hora de cambiar los revestimientos de paredes de cocina sin obra, las propuestas autoadhesivas se han ganado un puesto entre las más populares. Los revestimientos vinílicos para paredes de cocina ofrecen buenas prestaciones en términos de resistencia a la humedad, los impactos o los cambios de temperatura y su instalación puede realizarse sobre multitud de superficies de un modo sencillo.
Este tipo de revestimientos ofrecen unos acabados altamente estéticos y es que pueden imitar multitud de texturas y materiales. Colores, patrones, texturas… El abanico es tan amplio que son capaces de encajar en diseños de cocinas de cualquier estilo. Su precio, más económico que el de las propuestas cerámicas o la piedra, es otro de sus atractivos, lo mismo que su mantenimiento para el que una esponja y jabón doméstico son suficientes.
No obstante, dada su versatilidad, las fórmulas para integrar estos revestimientos en la decoración se materializan en multitud de formatos. Los vinilos decorativos, por ejemplo, son una opción a medio camino entre la renovación total y la inalterabilidad del diseño. Pueden instalarse en una pequeña parte de la pared para añadir encanto o apostar por composiciones que cubran una superficie completa creando ilusiones ópticas o diferentes ambientes en este escenario de creación.
El capítulo de revestimientos autoadhesivos incluye también los llamados revestimientos plásticos para paredes de cocina. En este caso se trata, generalmente, de láminas de PVC que, al igual que los vinílicos, soportan bien la humedad y las salpicaduras, ofreciendo acabados estéticamente atractivos y de fácil mantenimiento. No obstante, conviene no colocar este tipo de material demasiado cerca de las fuentes de calor puesto que, de lo contrario, podrían deteriorarse con rapidez.
Similar en prestaciones a los revestimientos vinílicos para paredes de cocina, los materiales plásticos son igualmente económicos aunque, entre sus particularidades, destaca el hecho de que permite elegir formatos de mayores dimensiones y, en consecuencia, son ideales para cubrir superficies de gran tamaño o paredes completas.
El catálogo de tipos de revestimientos para paredes de cocina ha recuperado en los últimos tiempos una propuesta cuyo uso parece haberse revalorizado. El papel pintado es una solución tan práctica como cualquier otra para acometer un cambio en los revestimientos para cocina sin tener que recurrir a la realización de las tan temidas obras.
El redescubrimiento de su aportación al diseño de la cocina tiene mucho que ver con la evolución del sector así como con las ventajas que ofrece esta alternativa. Su mantenimiento es sencillo, lo mismo que su instalación que, por otro lado, puede llevarse a cabo sobre todo tipo de superficies llegando, incluso, a tapar posibles desperfectos o manchas en la pared original. Los modelos, colores, patrones y estampados son aptos para todos los gustos y lo mismo sirven para revestir una pared que para añadir una impronta personal a los muebles o crear efectos visuales.
Hay diferentes tipos de papel pintado siendo, el más recomendable para la cocina aquel cuya composición está formada por una base de papel y una capa de vinilo superpuesta. Otras soluciones como su versión tradicional en papel, el de base textil o el de base textil combinada con vinilo son alternativas que también puedes contemplar. En cualquier caso, este tipo de revestimientos para las paredes de la cocina es menos resistente que otros materiales frente a la humedad por lo que conviene evitar colocarlo en zonas como el fregadero o la pared reservada al área de cocción. Si te decides a emplear este revestimiento no olvides seguir las indicaciones del fabricante al respecto de su mantenimiento, instalación o resistencia.
En último lugar aunque no por ello menos seductor, incluimos en nuestro repaso por los diferentes tipos de revestimientos para cocinas la pintura. Aunque como decíamos al inicio de este libro de ideas los materiales cerámicos han copado buena parte de los diseños en las últimas décadas, la pintura siempre ha sido una gran aliada en la decoración de estos espacios. Es un revestimiento que no supone obras (más allá de la contratación de unos pintores expertos que culminen con éxito su aplicación) y, además, puede combinarse con otros materiales creando espacios con personalidad propia.
Con el tiempo, las prestaciones de las diferentes pinturas han permitido incorporar al catálogo todo tipo de soluciones con interesantes propiedades como su naturaleza antihumedad o resistencia térmica que, en definitiva, no han hecho sino propiciar su uso como revestimiento de la cocina.
¿Moderna? ¿Clásica? ¿Rústica? Sea cual sea la esencia de tu cocina, nuestros profesionales te ofrecerán el asesoramiento que necesitas para dar con el revestimiento perfecto. ¡Consúltanos!
