5 cocinas pequeñas cambian de imagen: ¡quedaron irreconocibles!

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Tal vez después de la fachada, la cocina es la parte más notoria cuando se reforma una casa, pues suele ser la zona que más se utiliza y, por lo tanto, presenta más desgaste y suele requerir con más urgencia una renovación para ser más funcional ¡y quedar más linda!

En este libro de ideas te presentamos 5 fantásticos cambios de cocinas pequeñas, en donde en algunos casos el espacio tuvo la suerte de poder ampliarse un poco retirando muretes, en otros las cocinas se fusionaron en un mismo espacio con el comedor o la sala, creando un lugar más luminoso, amplio y fresco. En todos los casos, las cocinas se modernizaron y se llenaron de luz, brindando a partir de su transformación un nuevo rostro que inspira a pasar los mejores momentos en ellas mientras se sazonan los platillos favoritos de la familia. ¿Nos acompañas a conocerlas?

1. Antes: funcional pero anticuada

Si bien esta cocina no luce en ruinas, su aspecto es anticuado y poco funcional: muy encerrada, pequeña, sin luz, con azulejos opacos en color crema que alguna vez estuvo de moda, hace ya un par de décadas, puertas de madera naranja y una tarja en ángulo que, aunque parecen muy prácticas, ¡no lo son en absoluto! La sensación que causa esta cocina es de agobio y claustrofobia, ¡ahí no se antoja cocinar nada!

Después: ¡abierta y luminosa!

¡Vaya que el cambio ha sido sensacional! La distribución anterior de la casa encerraba cada actividad en diminutas habitaciones poco funcionales, como nos dimos cuenta en la imagen anterior, y la reforma consistió en eliminar esos muros intermedios y fusionar áreas y ambientes, logrando una comunión perfecta de luz, aire y color. 

El resultado es maravilloso: la nueva cocina aprovecha cada centímetro que se le ha otorgado y, a pesar de seguir siendo diminuta, se percibe amplia y llena de luz. Un alto organizador mantiene los utensilios e ingredientes en orden y ocultos, los electrodomésticos empotrados no dejan cables a la vista, la tarja y un área de almacenamiento conforman una amplia barra que sirve también como desayunador, de blanca superficie, diáfana y hermosa, coronada por tres perlas de bronce que gotean luz sutilmente. ¡Ahora sí se antoja cocinar y comer!

2. Antes: feíta y pasada de moda

Esta casa contaba con una característica especial: Parte de la planta baja se encontraba debajo del nivel del terreno, por lo que las adecuaciones tuvieron que tomar en cuenta este punto para lograr una ventilación e iluminación adecuadas. La cocina lucía muy oscura, las ventanas altas se cubrían con feas cortinas que no dejaban pasar nada de luz, y el diseño anticuado y de color oscuro no ayudaba mucho. El color blanco de las cubiertas y azulejos ya estaba amarillo, sucio y opaco, y ciertas áreas se cubrían de papel tapiz mal instalado. 

Después: con encanto y mejor distribución

En la transformación, los azulejos, el mobiliario y las cubiertas cambiaron, logrando una cocina muy acogedora, tibia e ideal para la hora de convertirnos en chefs.

Las ventanas, antes oscuras y protegidas, ahora se abren transparentes y dejan entrar cascadas de luz. Una nueva encimera de madera sobre las alacenas de madera blanca luce elegante y a la vez rústica, dando un toque muy casero e íntimo a la habitación.

Para más ideas de cocinas con estilo rústico pero moderno, visita este libro de ideas, ¡te encantará!

3. Antes: muy vieja y desgastada

Esta pequeña cocina mostraba un rostro no muy agradable: óxido en la marquetería de las puertas, una combinación incorrecta entre el azulejo del piso y el de la pared, muebles en blanco y negro y un calentador de agua sobre la tarja, ¿en serio? ¡Urgía un cambio en este lugar!

Después: ¡moderna y clara!

¡Wow! La nueva cocina se ha renovado por completo pero ha mantenido la misma distribución. La estufa se colocó a la orilla de la barra, dejando el lavabo al principio y abriendo alacenas en la parte de abajo. El feo armario debajo de las ventanas se ha modificado y ahora dos puertas deslizables, blancas y relucientes, guardan los utensilios de cocina. El diseño del piso se replica en las paredes, con un tenue color chabacano que enfatiza la calidez del lugar. Las superficies blancas de encimera, puertas y alacenas crean una sensación de amplitud y limpieza espectacular.

4. Antes: un poco amontonada

Antes de la remodelación, la cocina lucía amontonada, poco funcional dividida en dos espacios conectados por un estrecho pasillo que cuando no tenía una silla, tenía botes o cosas de uso cotidiano estorbando. Ni las alacenas eran suficientes al parecer, pues los utensilios estaban por doquier. Los colores, opacos y pasados de moda, no ayudaban mucho, ¡algo había que hacer!

Después: funcional y actual

La cocina se integró en un espacio único, reformando las alacenas con nuevas vistas, colores y organización. La parte baja se revistió con melamina color madera clara, mientras que la encimera, paredes y alacenas altas se dejaron blancas, logrando que la luz que entra por la ventana se refleje en toda la habitación. Una serie de muebles modernos, electrodomésticos de acero inoxidable empotrados, un nuevo orden y estilo lucen impecables, funcionales y muy actuales.

5. Antes: totalmente de espanto

Por simple habitabilidad, esta cocina debía reformarse ¡a la brevedad! Las paredes sucias, una encimera totalmente insalubre, una estufa oxidada, pisos en muy malas condiciones, ¡y eso es sólo lo que se mira! No hablemos de las instalaciones eléctricas, hidráulicas y de gas, mejor veamos cómo se arregló todo…

Después: ¡wow!

Para empezar la puerta y el muro que separaban el área de servicio y la cocina se retiró, ampliando la zona, y se abrió una puerta de cristal opaco que permite la entrada de luz a discreción. Toda la encimera y alacena se instaló en un extremo de la habitación, aprovechando al máximo la distribución lineal, y dejando los electrodoméstico empotrados en el otro extremo, de tal forma que no entorpecen el tránsito y permiten un uso más funcional y fluido. La alacena blanca, reluciente, el granito gris de la encimera, el porcelanato gris de las paredes y el acabado de madera clara del piso hacen de esta cocina un lugar no sólo práctico y funcional, sino elegante ¡y bellísimo!

Para más ideas de reformas, visita La pequeña gran remodelación de un mini departamento.

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