Una transformación sorprendente

María Bausán María Bausán
Rehabilitación de molino en Requeixo, b+t arquitectos b+t arquitectos Wiejska sypialnia
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El mundo rural está repleto de antiguas edificaciones civiles que ya no tienen ninguna función, pero que siguen manteniendo el encanto de su construcción. Es el caso de un molino en un pequeño pueblo de Ourense. Un viejo edificio de piedra abandonado que, a pesar de su estado, conservaba su encanto rústico. Situado en un paisaje espectacular, esta vivienda va a sufrir una interesante rehabilitación de manos del estudio B+T Arquitectos. Manteniendo la fachada y aprovechando el pequeño espacio interior, en esta vivienda se va a distribuir un espacio de oficina, una amplia con zona para la celebración de muestras culinarias y una encantadora zona de descanso. ¡Vamos a verla!

El viejo molino

Antes de ver en qué se ha convertido este molino tras la reforma llevada a cabo, vamos a mostrar dos imágenes de la construcción original. En la primera observamos el edificio por fuera. De planta pequeña, con gruesos muros de mampostería y pequeñas y escasas ventanas, el principal reto de la reforma fue conseguir adaptarlo a una vivienda siendo lo más respetuoso posible con el volumen existente.

El molino por dentro

Una imagen del interior para que nos hagamos una idea de cómo era por dentro. Al tratarse de un molino, no había una distribución para vivienda. Desde aquí también podemos observar las pequeñas ventanas de las que hablábamos antes. Al no querer modificar la fachada, el problema de la luminosidad será uno de los retos del proyecto.

Tras la reforma…

Un primer vistazo del exterior nos muestra el aspecto del edificio tras la reforma. Se ha reconstruido la cubierta, que estaba en mal estado y se ha rehabilitado la piedra de la fachada. El aspecto sigue siendo muy parecido al de la vieja construcción, pero modernizando sus instalaciones y adaptándolas a las nuevas necesidades.

El interior a doble altura

Antes de comenzar el recorrido por la parte interior del edificio, es necesario remarcar que este pequeño molino tenía apenas una superficie de 49 metros cuadrados, que en este proyecto se convirtieron en el doble, al crear dos plantas. El juego de la doble altura se consigue en parte gracias a la pendiente en la que se encuentra la vivienda, que permite jugar con diferentes alturas. Por otro lado, aunque los techos de ambas plantas no son especialmente altos, eso no significa que se prescinda de algunos elementos que van a darle un carácter muy rural a la casa, como las vigas de madera que recorren las cubiertas de cada planta.

Madera y piedra

Los muros de piedra que veíamos en la fachada los encontramos también en el interior, construyendo de esta forma un interior acogedor y rural. La madera es el siguente material con mucha presencia en la vivienda, ya que ocupa la cubierta, pero también muchos de los muebles de la casa, como los que vemos en la cocina o la escalera que conecta ambas plantas.

Un dormitorio con mucho encanto

En la planta superior nos encontramos una sala diáfana que, sin embargo, va a distiguir diferentes espacios debido a las distintas alturas de la habitación. Por un lado nos encontramos un dormitorio con mucho encanto. Y es que es difícil resistirse a los detalles rurales de esta habitación de techos abuharillados cubiertos de vigas de madera. Aunque lo que más nos gusta es la ventana enmarcada en piedra junto a la cama.

Un estudio

Terminamos nuestro recorrido en el espacio en el que se ha establecido el estudio. Además de estar a distinta altura que el dormitorio, para separar ambos espacios se ha utilizado un mueble divisor entre una y otra área. 

Hasta aquí nuestro paseo por este molino convertido en casa. Si quieres seguir leyendo sobre rehabilitaciones rurales que han convertido en un hogar edificaciones casi en ruinas, te recomendamos el artículo: La rehabilitación de una casa rural en el Pirineo catalán.

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