Tratamiento de orquídeas: consejos y trucos

Isabel Rodríguez Isabel Rodríguez
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¿Alguna vez has pensado que tenías mala mano con las plantas porque se te moría la orquídea? Estás de enhorabuena, no eres tú, son ellas. Las orquídeas son una de las plantas decorativas más bellezas que existen, sin embargo, para estas bellas damas la vida es muy dura en ocasiones. 

Las orquídeas no se cuidan solas, de hecho, requieren de un mimo y atención  especiales que va más allá del riego y la luz del sol. En este libro de ideas recopilamos algunas clave que te ayudarán a entender por qué aquella relación con tus orquídeas no terminó de funcionar y, lo más interesante, encontrarás todo lo que debes saber acerca de los cuidados de las orquídeas para daros otra oportunidad. 

Tipos de orquídeas

Antes de nada. ¿Sabes lo que es una orquídea? La pregunta no es baladí y es que estas damiselas tienen más de  35.000 especies. Además cuentan con más de 750 'primas', es decir, subgéneros,  por no hablar de los miles de híbridos que hay. ¿cómo no va a ser difícil tratarlas con semejantes diferencias? Para que no cunda el pánico, aquí están los tipos principales a las que hay que prestar especial atención por ser las más populares: 

- Phalaenopsis: La más popular, la jefa de las animadoras. Su principal característica son sus flores en forma de mariposa . ¿Te suena? Dichas flores pueden ser de un solo color o combinado.

- Dendrobium: La mejor amiga de la popular animadora. Se caracterizan por tener las hojas más estrechas y puntiagudas que las Phalaenopsis. Además otra de sus señas de identidad es su rara distribución y es que, nacen directamente del tallo central por lo que sus flores nacen dispersas.

- Cymbidium: Se lleva la medalla de bronce en popularidad. Aunque es una de las especies que mejor se cultivan en interior. Si se te mueren hasta los cactus esta es la tuya.

- Cattleya: Si tienes mejor mano, opta por este tipo. No tiene grandes floraciones, sin embargo, son grandes y muy llamativas por lo que resultan perfectas para decorar todo tipo de estancias: desde el salón al dormitorio pasando por la cocina, el comedor y hasta el baño. 

- Vanda: Ideal si estás pensando en un jardín vertical. Son orquídeas aéreas, se alimentan de la humedad del ambiente, así que no descuides su pulverización.

Este es el top 5 de orquídeas, como ves hay muchísimas. Sin embargo, lo más recomendable si no se es experto es optar por alguna de estas cinco, especialmente por las primeras de un cuidado más sencillo.

​Orquídeas cuidados básicos

Ahora que hemos arrojado algo de luz al respecto dela especie de orquídea que coloniza tu salón, lo mejor será comenzar con el segundo paso: cuidados básicos de la orquídea. Es importante saber que las orquídeas cuentan con una característica muy especial. Dicha característica es que sus raíces se encuentran en los intersticios de las ramas, donde depositan materiales en descomposición que auto fertilizan la planta.

Para que la planta pueda llevar a cabo este proceso es necesario que se encuentre ubicada en un suelo blando. Deberás componer un sustrato rico en cortezas. Déjate aconsejar por un experto en este tema, antes de plantar tu orquídea.

Además, hay que tener en cuenta la delicadeza con la que debe ser regada. Contrario a lo que se piensa, la orquídea no necesita mucha agua. Lo que reclama este tipo de plantas es humedad. Si no vives en un sitio húmedo, es posible que este haya sido uno de los motivos del fracaso. Para evitarlo, es bueno que la pulverizar con frecuencia.

¿Quieres trasplantar? No son muy amigas del movimiento, es mejor que fertilices el suelo en el que ya se encuentra. Sin embargo, si estás dispuesto a darle más espacio, lo mejor es preparar de nuevo un sustrato adecuado y trasplantar con cuidado. ¡Ojo! No la riegues hasta una semana después, corres el riesgo de que se ahogue entre el agua y el nuevo sustrato.

Si quieres podarla en algún momento utiliza un material limpio y desinfectado, el mínimo contacto con bacterias puede estropearla.

​Cuidados de las orquídeas para que florezcan

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Puede que estés siguiendo todos los consejos arriba mencionados pero a tu  orquídea no le sale ni una flor. ¿Qué pasa? Que no cunda el pánico. En general las orquídeas sólo tienen una floración anual. Sin embargo, es posible que ni una vez al año consigas flores.

Esto sucede porque en el interior es difícil que se propicie dicha floración y esta debe ser provocada. Eso sí, has de tener en cuenta que las orquídeas no aceptan el sol directo y que las temperaturas aceptadas por estas plantas son entre los 15 y los 30 grados, ni por encima ni por debajo. Además, olvídate de ver una sola flor si el ambiente es muy seco.

Una vez se cumplen estas condiciones, si quieres que la orquídea florezca puedes propiciar la aparición de sus inconfundibles flores siguiendo algunas recomendaciones básicas:

1. Ofrécele claridad pero no luz directa. Cuanta más luz tenga más activa estará, es ideal colocarlas en ventanas de orientación norte. Si vives en un clima atlántico dará igual la orientación de la ventana pues la luz casi siempre es filtrada por las nubes.

2. Nunca debe perder la humedad: Como ya te hemos comentado, las orquídeas aman la humedad, si no disfrutas de un clima mediterráneo lo mejor es que la pulverices con frecuencia.

3. Abonarla: La orquídea requiere abono específico que puedes encontrar en cualquier floristería. Sin él, la floración es bastante improbable, algo así como la mágica aspirina en los ramos de flores.

4. Contrastes de temperatura: Sí, no sólo debes estar pendiente de que la horquilla de temperatura esté entre los 15 y los 30 grados. Además, si quieres que la niña bonita dé flores debes conseguir que la diferencia entre máximas y mínimas sea de 10 grados en la época de floración (primavera).

Sigue estas cuatro reglas de oro y volverás a ver ese santo grial que es la flor de una orquídea. Si siguiendo estos pasos tu orquídea sigue verde y sin flor, no estaría de más buscar otras especies menos delicadas y más agradecidas a los cuidados. 

​Cuidados de orquídeas interior

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Las orquídeas de interior, tienen un plus de cuidados. Además de seguir los mandamientos mencionados en los puntos anteriores: luz, temperatura, contraste, humedad… Debes tener en cuentas otra serie de factores para tener éxito en el cuidado de una orquídea de interior ya que, al no ser su entorno natural es algo más complicado su cuidado y mantenimiento.

- Riego: Una vez por semana, no más. Si el ambiente es seco pulverizar pero, por favor, no la ahogues. Como ya hemos mencionado, le gusta la humedad pero no el agua en abundancia.

- Nutrientes: Dale vitaminas extra de vez en cuando, es una buena forma de fomentar el crecimiento y la floración. Lo ideal es incluir estos nutrientes en épocas previas a la floración como el invierno.

- Ojo con las plagas: Aunque la orquídea esté en el interior se debe tener en cuenta el peligro de plagas. Si ves que empiezan a aparecer, déjate aconsejar por un experto  para acabar con ellas.

- Trasplante: Si es una orquídea de interior y quieres que siga creciendo debes tener en cuenta que hasta los tres años no es recomendable cambiarla de maceta. Cuando lo hagas no dejes de seguir las indicaciones del primer punto del artículo

Estos son lo requisitos a tener en cuenta para cuidar de estas bellas y delicadas plantas ¿Estás preparado? Si aún sigues teniendo dudas, nuestros profesionales estarán encantados de brindarte el asesoramiento necesario para hacer que tus orquídeas y tú os reconciliéis.  

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