La magia de un patio interior

María Bausán María Bausán
Casa GV, 2G.arquitectos 2G.arquitectos Nowoczesne domy
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En todas y cada una de sus casas, los arquitectos siempre ponen una pequeña parte de su alma. Más aún si la vivienda proyectada es para uno de los miembros del estudio. Es lo que ocurre con esta peculiar construcción en Almendralejo, hecha a imagen y medida de uno de los profesionales que forman parte de 2G Arquitectos. Un proyecto especial por la parte humana, pero también por su peculiar diseño. Una vuelta de tuerca a las tradicionales casas con patio de la arquitectura española. Y es que aquí lo exterior se convierte en interior y viceversa y todo con una fachada que no muestra, pero cuyo diseño no pasa desapercibido. Parece un rompecabezas, pero aquí todas las piezas encajan. ¡Veamos cómo!

Una fachada que no enseña

Antes de entrar a la vivienda, nos centramos en su llamativa fachada. Por un lado, su brillante color blanco nos conecta con la arquitectura rural del sur de España, repleta de casas encaladas. Por otro, sus formas extraordinarias nos desvelan que nos encontramos ante un edificio moderno y repleto de diseño. Por último, la fachada apenas nos deja entrever un par de ventanas. ¿Dónde está el resto? La vivienda parece tan compacta desde el exterior, con una segunda planta ausente de huecos, que os sorprenderá descubrir lo luminosa que resulta en realidad esta moderna vivienda.

El secreto en forma de patio

Una vez dentro de la casa, descubrimos cual es el secreto de este proyecto, la clave en torno a la que se organiza la vivienda: su patio interior. Este va a ser el elemento que dé sentido a la construcción y que la haga posible tal y como se había planteado. 

El patio se ha concebido como un verdadero cubo de cristal inmerso en el interior de la casa. Eso sí, un cubo abierto en su parte posterior, puesto que no se encuentra techado, y cuya base es de madera de iroco. La función de este patio no es tanto la de ofrecer un rincón exterior para el esparcimiento y el descanso, sino la de convertirse en el foco de luz natural que permite preservar la intimidad de sus habitantes de cara a la calle, pero sin privarles de la luminosidad. 

La cocina

Las paredes vidriadas del patio nos permiten disfrutar de todas las habitaciones de la planta baja, la que corresponde a la zona de día. Aquí, a excepción de un cuarto de baño y de una caja de madera en la entrada que corresponde al despacho del propietario, el resto de las estancias se conectan entre sí y visualmente pueden ser percibidas desde el patio. 

En esta imagen, más concretamente, observamos la cocina y el comedor adyacente. El espacio se ha dividido en dos zonas, una que corresponde a la parte de trabajo, donde un tragaluz lleva directamente la luz natural a las encimeras, y la parte de encuentro, la que corresponde al comedor, donde se ha buscado un tono más cálido y fresco, con elementos como la lámpara en tonos crema o las sillas rojas.

La escalera

Seguimos dando vueltas a lo que se esconde al otro lado del cristal de este patio interior y nos topamos de bruces con la escalera que conecta la planta baja con la zona de noche, situada en la planta superior. Aunque pegada a la pared, la presencia de la escalera es poderosa y se observa desde el resto de las estancias de la zona de día. De ahí que no pudiera tratarse de un diseño normal, sino llamativo. Una escalera que parece trepar por el espacio y flotar en el mismo.

Más intimidad

La zona superior se caracteriza por una mayor intimidad. Si abajo todas las habitaciones se conectaban entre sí y el patio formaba parte del interior, aquí se busca crear rincones y recovecos donde, sin embargo, tampoco puede faltar la luz. Lo que vemos aquí es el acceso al dormitorio principal, donde se ha abierto un hueco en la galería que ilumina el espacio. 

Arriba también han variado los materiales. De la transparencia del vidrio pasamos a la calidez de la madera, en busca del ambiente acogedor que siempre debe acompañar a los dormitorios.

Un garaje con mucho estilo

Terminamos nuestra visita descendiendo hasta el sótano, donde encontramos un garaje con mucho estilo. Y es que hasta aquí ha llegado la luz y las transparencias que caracterizan el resto de la vivienda. Para hacerlo, la escalera de acceso se ha construido tras una pared de vidrio traslúcido. Por otro lado, aquí se rompe con el concepto gris y anodino de este tipo de espacio, ya que el color es una de las características de la habitación: suelos azules y un alicatado luminoso para la pared tras la que se esconde el trastero. Y es que, ¿quién dijo que los garajes debían ser feos?

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