6 reformas antes y después ¡sorprendentes!

Isabel Rodríguez Isabel Rodríguez
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Darle una nueva imagen a la casa nos hace, sencillamente, felices. Renovar la estética de los interiores del hogar es un proceso que, en no pocas ocasiones, se traduce en una mejora de su habitabilidad, una adecuación a nuestras necesidades ya sean estéticas o funcionales. Sin embargo, actuar sobre el conjunto de la vivienda puede suponer una inversión elevada que puedes reducir considerablemente si centras tus esfuerzos en una o dos habitaciones de la casa. 

Cocina, salón, comedor, terraza, dormitorio… Sea cual se la estancia de tu casa que esté reclamando un cambio de imagen, en este libro de ideas te presentamos 6 proyectos de antes y después sorprendentes entre los que podrás encontrar un sinfín de ideas inspiradoras. ¿Nos acompañas?

Después: un baño de color y luminosidad

El resultado final deja claro que los propietarios han decidido no prescindir de elementos tales como la madera o los colores claros en el diseño. Sin embargo, la intervención profesional de nuestros expertos resuelve la escena de modo armónico apostando por una madera clara, una renovación total de los tonos elegidos para los sofás y otros recursos de gran valor estético, como la espectacular librería que domina la estancia o la acogedora alfombra del suelo. Aunque la transformación es evidente, el proyecto respetó la esencia original pero actualizándola.

1. Antes: un salón de otra época

El salón es, sin ningún género de dudas, una de las estancias más sociales de la casa pero, con el paso del tiempo, su estética puede requerir de cierta renovación para adaptarse a los nuevos tiempos. Aunque hace años este primer escenario pudiera parecer atractivo, elegante e intelectual, lo cierto es que su contemplación nos traslada una imagen obsoleta y sombría con muebles oscuros, sofás de terciopelo…

2. Antes: una cocina oscura

La iluminación es un factor esencial en cualquier proyecto de diseño y decoración de interiores y, en este capítulo, la luz natural ocupa un lugar muy interesante a la hora de percibir los espacios. En la cocina, su presencia es más que recomendable aunque hay que saber gestionarla. En este proyecto, la elección de un mobiliario en madera oscura y pesado  así como una distribución desacertada mermaban, en buena medida, el paso y efecto de la luz natural sobre el conjunto. 

Después: cambio radical

Cuesta creer que sea el mismo espacio pero esta instantánea corresponde a la misma cocina que veíamos anteriormente. El cambio ha sido radical y es que, el blanco se ha adueñado de toda la cocina colonizando muebles, estantes, armarios y hasta electrodomésticos. El proyecto apuesta ahora por un diseño de cocina en L al que se suma una península que, por otro lado, añade un valor no solo funcional sino también estético al conjunto. El espacio gana sustancialmente en luminosidad y poco o nada tiene que ver con  la cocina sombría y oscura que veíamos anteriormente. 

3. Antes: un exterior abandonado

Quien tiene un jardín, patio o terraza, tiene un tesoro y, sin embargo, son espacios que, con relativa frecuencia, se encuentran infrautilizados. Eso es precisamente lo que sucedía con esta zona exterior que ofrecía ese aspecto tan poco alentador. Pese a lo generoso de sus dimensiones, el estado de la terraza era de abandono con una ausencia total de elementos que invitaran a su uso y disfrute, aunque el potencial estaba ahí. 

Después: una nueva vida

¡Voilà! Lo que antes era una terraza desprovista de cualquier encanto se ha transformado en un lugar de ensueño que incluye entre sus atractivos ¡una piscina! Los antiguos suelos de hormigón y césped han sido sustituidos por un pavimento en madera al tiempo que, buena parte de la superficie de este espacio al aire libre, se ha reservado a la creación de una refrescante piscina. Un par de cómodas tumbonas completan la escena creando una zona exterior ideal para el descanso.

4. Antes: un baño con un espacio limitado

Tener un espacio limitado no tiene por qué suponer limitar su creatividad. Sin embargo, hay que saber gestionar ciertos recursos para sacar el máximo partido a las dimensiones disponibles. Este baño pequeño adolecía de un uso pobre de colores y espacio, utilizando el blanco en los sanitarios y el beige para las paredes pero trasladando una estética sombría y sin vida que pedía, con urgencia, la intervención de los profesionales. ¿Quieres ver los resultados?

Después: mezcla de estilos

Cualquier detalle puede suponer una transformación en tus habitaciones por pequeñas que sean. La renovación de esta habitación incluyó, no solo el cambio del mobiliario por otras piezas llenas de personalidad como estos lavabos de época, sino también una renovación de los colores. Las paredes y el baño, en general, se visten ahora de blanco creando una estancia mucho más luminosa y acogedora. La combinación de la tradición y la modernidad es, sin duda, una de las claves de la transformación. 

5. Antes: un comedor sin vida

En muchas ocasiones no es tanto tener que renovar el espacio, como tener que acometer un proyecto de decoración desde cero. Ambos escenarios tienen sus ventajas e inconvenientes aunque los resultados pueden llegar a ser, igualmente, sorprendentes. Este espacio moderno, amplio y lleno de luz era un caldo de cultivo perfecto para dar vida a un proyecto atractivo y funcional. ¿Quieres conocer el resultado final?

Después: lleno de estilo

¿Quién podría resistirse a celebrar una cita culinaria en un comedor como este? Modernidad, elegancia y distinción llenan el espacio que antes veíamos desnudo y sin vida. La estancia respeta la pureza dominante del blanco pero añadiendo matices en negro en forma de sillas, lámparas o cojines. Destaca, además, el coqueto sillón que, a modo de chaise longue, se ha ubicado frente a la chimenea, un espacio contemporáneo y lleno de encanto. 

6. Antes: el dormitorio ¿sueño o pesadilla?

La simple contemplación de esta escena nos traslada, irremediablemente, a otra época. Dos camas de madera oscura con textiles que evocan los gustos de otras épocas, dominan la estancia haciendo de este dormitorio una habitación propia de un convento de clausura que, poco o nada encaja en una vivienda actual. 

Después: totalmente renovado

¿Te has quedado sin palabras? No es para menos. La transformación de este dormitorio ha supuesto un cambio radical en el planteamiento. Las dos camas que veíamos se han unido en una sola, sustituyendo ese halo de oscuridad de la habitación por un diseño mucho más fresco y luminoso con un esquema cromático basado en el blanco y el azul. No faltan los matices de estilo, en este caso, en forma de sofá de aires retro y color mostaza, todo un detalle que confiere al dormitorio una personalidad única. 

Si quieres conocer otras transformaciones sorprendentes, sigue leyendo: Antes y después de un apartamento irreconocible

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