Una reforma para ganar luz y belleza

Marisa Alcore Marisa Alcore
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En el barrio de Extramurs de la ciudad de Valencia, el estudio de arquitectura OSB cambió la historia de un apartamento. En un edificio construido allá por los años 50, la vivienda necesitaba adaptarse a los tiempos que corren, a la flexibilidad que nos exige el estilo de vida contemporáneo. Las obras no solo cambiaron su concepto, también mejoraron su paisaje sacando a relucir sus pequeñas virtudes. El nuevo diseño que se instauró tras esta reforma integral fue moderno, perfecto para llevar una vida sencilla sin complicaciones. 

La gran zona de día

Se quiso que la zona de día fuera una de las estancias más especiales de la casa. Se le dio una gran superficie, de esa manera podía acoger todos los usos de carácter público y social de la casa. Cocina, salón y comedor conviven en este lugar, lleno de luz gracias a su nuevo diseño: se abrieron grandes ventanas de madera de Iroko al balcón por las que entran la luz natural que rebota sobre las paredes de color blanco roto. Se diseñó de manera diáfana, sin particiones, aprovechando otros elementos arquitectónicos para organizar los usos. Sala de estar y comedor se encuentran bajo diferentes tipos de techos: uno liso y otro en cuadrícula. 

La independencia de la cocina

La cocina es un uso que requiere cierta independencia. Sin embargo, para no privar a los propietarios de esta casa de la comodidad de disfrutar de espacios abiertos y fluidos, los arquitectos encargados de este proyecto previeron la instalación de un sistema de correderas que permite abrir y cerrar, es decir, personalizar la forma de nuestra vivienda según nuestras necesidades. La casa se vuelve así versátil, totalmente adaptable a posibles cambios del día a día o del futuro. 

El diseño

La cocina, por tanto, se colocó en un rincón. Cuando las correderas están abiertas, una estantería de roble de diseño abierto cierra conceptualmente este ambiente, además de ser un elemento de lo más funcional como almacenamiento en la cocina. Aunque el uso es diferente, el paisaje es similar al del resto: el cálido suelo de parqué de roble, color blanco y una línea muy minimalista y sencilla. 

El vestíbulo

La reforma no quiso que este apartamento perdiera su esencia y sus rasgos más tradicionales. El proyecto quiso ser lo más respetuoso posible y establecer un diálogo entre lo nuevo y lo antiguo. Las líneas rectas, los planos más sencillos, la materialidad: todos estos elementos conviven con las molduras, los muebles de estilo clásico y los techos altos. Aunque el mobiliario también se eligió lo más neutro posible, se incluyeron notas de color como el aparador azul de vestíbulo. 

Los dormitorios

Otro de los objetivos que perseguía esta reforma fue la de captar la máxima luz posible, no solo en las estancias que conectan con el exterior, sino en todos los rincones de la casa. De esta manera, se ampliaron los huecos que fueron posibles y entre las estancias interiores se abrieron otros, como en el pasillo. Se procuró disimular la presencia de la estructura, mediante el color y otros procedimientos.

Hasta aquí nuestro recorrido por esta reforma. Si quieres descubrir otros proyectos como este, te recomendamos:

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