Una casa contemporánea para una familia moderna en Yucatán

Joelia Dávila Joelia Dávila
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El proyecto que te presentamos en esta ocasión se trata de una residencia enclavada en el corazón de la Riviera Maya, por lo que es fácil descubrir que la prioridad en el diseño fue privilegiar las vistas al paradisíaco exterior desde amplios espacios interiores, a la vez que contrastar el volumen de la residencia en medio del entorno natural.

Para lograr la amplitud y conexión entre los espacios interiores y el entorno, se utilizaron grandes ventanales y puertas corredizas. Para hacer destacar la casa de entre la selva, el arquitecto se sirvió de un juego de volúmenes totalmente geométricos, líneas puras y rectas, en color blanco, como si de una extraña roca en medio de la verde vegetación se tratara. Sorpresa y simbiosis a la vez, integración de la naturaleza en los espacios privados y extensión de la privacidad hacia la selva nativa, es lo que Enrique Cabrera Arquitecto nos presenta.

¿Estás listo para un paseo de ensueño? ¡Adelante!

Surgiendo esplendorosa

La residencia surge, brillante y reluciente, como un juego de volúmenes cuadrados que entran y salen, se levantan y se cortan, contrastando con el intenso color verde del entorno. El encaminamiento principal es una línea recta que trata de no restar vistosidad a los jardines colindantes. El acceso se corona por una estructura que mantiene la regla de la geometría y sencillez, apenas destacando en un orgánico color marrón. Las terrazas y balcones son un elemento característico de la vivienda, por medio de los cuales las áreas privadas de las habitaciones se abren e integran al jardín.

Sencillo y elegante

El recibidor muestra como elemento central una delicada escalera con barandal de cristal y pasamanos de aluminio, detalles contemporáneos que hacen resaltar el marcado estilo moderno del diseño. El piso, de baldosas de piedra pulida, hacen destacar los elementos constructivos y decorativos gracias al discreto color natural.

Vista de 360 grados

Sobre un mismo espacio abierto, premisa del diseño, se destinaron las áreas sociales de recibidor, sala, comedor y cocina. El color blanco, elemento rector en toda la casa, brinda serenidad sin robar atención al ojo, permitiendo que la vista corra y se pierda entre la bastedad del verde selvático. Los grandes ventanales corredizos invitan a seguir este recorrido, estando afuera mientras se sigue adentro.

Espacios compartidos

El mobiliario denota un delicado estilo contemporáneo: sillas y sillones de piel blanca, mesa de cristal, melamina blanca y cancelería de aluminio. La casi nula presencia de detalles indica que en este gran espacio de convivencia, lo que importa está allá… ¡afuera!

¿Comiendo adentro o afuera?

Uno de los beneficios de integrar áreas interiores y exteriores es que puedes combinar actividades y cambiar los roles de los espacios. ¿Por qué no comer afuera, en la terraza, junto al fascinante jardín lateral? O una cena a la luz de la luna, un vino tinto, una delicia en los platos, estrellas fugaces… ¡Claro que se antoja!

Pureza y brillo

La cocina, ¡el espacio central, corazón del hogar! No podía dejar de engalanar la pureza del espacio con sus líneas rectas, reflejo de pulcritud y sencillez, y un estilo contemporáneo y minimalista. Por supuesto, no puede faltar el mejor amigo del color blanco en la cocina: el acero inoxidable. El acabado mate del acero evita que la atención se centre en él, haciendo de la cocina un cómplice mudo del diseñador, existiendo majestuosa sin robar protagonismo al paisaje. ¡Qué detalle!

¡Piscina de ensueño!

De pronto la vista se extiende tanto hacia fuera que nos lleva inevitablemente al encuentro. La piscina, ubicada sobre un plano casi al mismo nivel que el suelo natural, provoca la sensación de estar nadando en un lago. Los blancos volúmenes de la casa se muestran majestuosos sobre y entre la naturaleza. Hermoso paraíso que colinda con los sueños.

Invitación al paraíso

¿Y si estar en la piscina no fuera la principal maravilla de esta deliciosa casa? ¡Sorpréndete con el paisaje! Estando en ella o tomando el sol se antoja salir a caminar, conectarse con la Madre Naturaleza, viajar entre sus colores y perderse en su maravilla. Una noche tomando luz de luna y escuchando la música de los grillos y las cigarras… ¿te apetece?

La imaginación y la creatividad de los arquitectos mexicanos son ilimitadas, y las riquezas naturales con las que contamos inspiran a crear e integrar ambientes y sensaciones. Y si esta casa te ha enamorado, maravíllate aún más con la Casa Manantiales, del mismo arquitecto Enrique CabreraUna casa moderna ¡y fascinante!

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