Desde Palma de Mallorca, en España, te mostramos esta villa española con estilo colonial y notas contemporáneas.
Ubicado en un amplio terreno rural donde la piedra y el paisaje desértico predominan, este proyecto de la firma española Islabau Constructora se desarrolla en dos plantas y cuenta con espacios al aire libre que son increíbles.
A continuación comenzamos el recorrido por esta galería fotográfica que se caracteriza por la presencia de materiales naturales y colores que aluden a la tierra mediante un juego de diferentes tonalidades.
Ubicada en un entorno natural desértico donde los colores agrestes y los materiales rústicos y pesados son dominantes, esta villa española a simple vista no llama demasiado la atención y se mimetiza con el paisaje. La estructura de la construcción y su fachada son sencillas. No existen demasiados detalles sobresalientes sólo una serie de terrazas y galerías exteriores que aprovechan al máximo las vistas hacia el paisaje.
El material que se adueña del frente es la piedra en diferentes tamaños y tonalidades. Las aberturas se diseñaron con marcos de color negro que aportan una cuota de color y contraste.
La contrafachada de la vivienda continúa el lenguaje que observamos en la fachada principal en donde la piedra es protagonista.
El jardín seco se extiende hacia el fondo del terreno. La frescura en medio de un paisaje tan árido está dada por una extensa y elegante piscina.
Una galería y un quincho complementan el área al aire libre sumando espacios de reunión y relajación.
En el interior de la villa la madera cumple un rol a destacar. Ya sea como parte del mobiliario o en forma de extensas vigas corona los espacios con un sabor colonial muy especial.
La decoración de la vivienda es sencilla. Las pinceladas de colores se reservan para algunos muebles y accesorios. ¿El estilo? Un diálogo cordial entre lo rústico y lo contemporáneo.
Los espacio se conciben amplios, luminosos e interconectados. En la planta baja, las amplias ventanas comunican con el exterior y garantizan significativos caudales de luz natural.
El color blanco, favorito para vestir las paredes, contrasta a la perfección con los tonos marrones de la madera y tpicería elegidos para algunos muebles.
La cocina es súper luminosa y brillante. Las superficies blancas impregnan de pureza y santifican el espacio con un estilo exquisitamente contemporáneo.
En esta área de la casa, la sobriedad y el minimalismo es lo que se destaca. Los muebles funcionales, que se apuestan en las paredes, sólo se develan por sus finísimos contornos.
Finalizamos el recorrido observando algunos de sus encantadores detalles coloniales: piedra en los muros, robustas puertas de madera y un juego de faroles que remite a otra época.
¿Buscás más ideas para tu casa? Mirá este proyecto: