La casa que os queremos mostrar es una de esas que llaman, y mucho, la atención. Si estuviera en vuestro vecindario, sería la casa que podría ser odiada, pero también admirada a partes iguales. Es una casa de extremos, arriesgada, y por eso os la queremos enseñar. Una vivienda pequeña en superficie -tiene solo 62 m²- pero grande en volumen, por lo que la apreciamos mucho más grande de lo que es. Es una construcción que parece estar en movimiento y que apuesta por innovar en los materiales y en las formas. El proyecto es obra del estudio de arquitectura polaco Architekt.Lemanski.
Como podéis ver, la construcción se ha pensado como un cuerpo longitudinal recubierto por paneles metálicos de color gris oscuro, a veces dispuestos de forma vertical y otras en diagonal. Paneles que recubren paredes y cubiertas, por lo que van definiendo una carcasa que envuelve casi la totalidad del volumen. La fachada a la calle se abre por completo al jardín por medio de una gran superficie acristalada que conecta con el salón.
Esta imagen es muy distinta de la anterior. Ahora miramos hacia la fachada trasera, la del garaje, pero es desde aquí desde donde se aprecia la suma de volúmenes que configuran toda la construcción. Principalmente son dos: un cuerpo de una planta recubierto por paneles en gris claro y otro volumen, que se pliega y empieza siendo horizontal y termina levantándose a modo de ola.
Desde esta imagen lateral apreciamos el revestimiento mediante paneles y cómo son estos los que configuran superficies verticales y horizontales. De esta forma, aunque la construcción se trate de un elemento único, terminamos apreciando dos cuerpos, uno el de los paneles oscuros y otro, el de los paneles claros.
Aunque pudiéramos pensar que los interiores iban a ser igual de rompedores que los exteriores, nos equivocamos, ya que estos espacios se han diseñado de una manera mucho más sencilla, buscando siempre potenciar la entrada de luz y evitar un exceso de mobiliario. La cocina de la imagen, ubicada en el nivel inferior, ubica todos sus muebles en un lado para despejar el resto de la superficie donde se encuentra el salón. El frigorífico en color rojo da un toque de energía a la decoración neutra.
Si los colores en las fachadas eran oscuros, en los interiores se opta por todo lo contrario. La combinación protagonista es: paredes blancas y suelos de madera clara. De esta forma se crean interiores luminosos, hogareños, cálidos y perfectos para introducir piezas de diseño algo más rompedoras.
Ya en la planta superior nos encontramos rincones como este. Bajo la cubierta inclinada se ha ubicado una sala de estar en la que se ha aprovechado al máximo la altura en cada uno de sus puntos haciendo uso de muebles adecuados, como el que se ha situado en el punto más bajo destinado al almacenaje.
Para más ideas sobre espacios abuhardillados, echad un vistazo a: ’¿Qué hacemos con los espacios abuhardillados?’.
En esta imagen de día podemos apreciar mejor el contraste entre los dos cuerpos que configuran la casa: el que se pliega y curva en color negro, y el que mantiene la horizontalidad y parece que aporta orden al conjunto, en color blanco.
Otra de las características de la casa por la que llama la atención es el conjunto de ventanas que acompañan a este cuerpo curvo. Ventanas diseñadas con formas irregulares, sin ángulos rectos y que se adaptan a cada uno de los espacios interiores ocultos detrás de la pared de paneles.
Una de las ventajas con las que cuenta la casa es que se sitúa en un barrio con mucha vegetación. Así que, aunque cuenta con un jardín propio, la vegetación del barrio y de las casas vecinas ayuda a generar un pulmón verde. Y claro, la ausencia de barreras entre propiedades hace que los jardines de unos y de otros se terminan fusionando.
La fachada más transparente se abre al jardín diseñado de una forma sencilla, con una gran superficie de césped, algunos árboles dispersos y pavimentos de distintos tipos de piedras. El resultado es un jardín ordenado pero no en exceso. Todavía queda margen para que las plantas puedan crecer de manera salvaje.
Vamos a terminar el libro de ideas con tres planos de la casa. En este de la planta baja apreciamos que la casa, como decíamos al principio, realmente es pequeña, pero la sensación es todo lo contrario. En el nivel inferior se han ubicado: el salón-cocina abierto a la terraza, un baño y el garaje.
En planta primera únicamente encontramos el dormitorio y esa sala de estar bajo la cubierta abuhardillada que mostrábamos en las imágenes anteriores.
En la última imagen es en la que se entiende mejor la forma de la construcción. Al fin y al cabo se trata de un único volumen, con una estructura común, pero es la cubierta ligera ondulada la que dibuja dos cuerpos distintos. En esta sección vemos cómo la cubierta es la que es independiente de la estructura y vuela sobre toda la casa.